entre los escombros
de un corazón derrumbado
Y han crecido hiedras
que treparon canciones
que sólo expiran
aires llenos de ti
Cuando al descuido
tus dedos erizan
cabellos y piel
dejas crecer de mis ojeras
años itinerantes
de extrañas libertades
errantes de crepúsculos
Y al fin… me lograste
neógrafo de frases
que te consagro a diario
Ay, mujer…
Aún dispendio sentires
sobre tus solapas frutales
y reconozco en mis silencios
que he sucumbido al fin
a tu autoría intelectual
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