He leído sólo en algunos medios que se ha recuperado el nieto nº 102.
Sin embargo hay quienes no le dan ningún espacio a esa noticia, parece
que no fuera relevante.
Curiosamente quienes no publican son los
medios corporativos de la Sra. Noble Herrera, sospechada de apropiación
de bebés durante la dictadura...
No me interesa para nada tomar
parte de la disputa entre Gobierno y Grupo Clarín, pero entiendo
relevante la noticia como su propia entidad lo señala.
No desconozco que el Gobierno adeuda mucho en lo social, pero en su falencia no escudo historias que deben revelarse.
Sí
tomo posición indeclinable sobre la historia de muerte que asoló a
nuestro país. No puedo dar la espalda a treinta mil desaparecidos, ni
quiero esquivar mi opinión sobre la diferencia entre adopción y despojo.
Asumo
el riesgo que a partir de mis letras alguien me tilde de "Oficialista"
porque parece que hoy obligatoriamente hay que tomar parte de un lado o
del otro, aunque lo mío sea tan simple como no suscribir las oscuridades
de la historia reciente.
Habrá un día
en que caigan las máscaras.
No tardarán en caer
Porque penden de un hilo
de mentiras eslabonadas
por medios gentiles
obsecuentes y cómplices.
Han engañado a un pueblo
han vendido humo
han ocultado lo ojos de muerte
del impostor
que estafó la vida
despojando maternidades.
Han ocultado la sonrisa falaz
mueca de gozo
ante el dolor ajeno
ante la adopción compulsiva
de hijos sin padres.
Habrá un día
en que caigan las máscaras.
No tardarán en caer
porque se sostienen
en el costo de dolor
de chicos sin historia
sin pasado
sin identidad…
Porque no se puede tapar
el amor con una estafa,
porque no se pueden acallar
tambores de latidos
que bordean las plazas
cabecitas de pañuelos blancos
A pesar de los corporativos
que esperan ávidos su limosna
de paupérrima riqueza
de ese efímero triunfo material
que habrá de durar
hasta que caigan las máscaras
rendidas ante la verdad.
Habrá un día
en que caigan las máscaras
que intentan ocultar la muerte.